La relación entre la corte celestial y la corte terrestre
En la parashá de esta semana, al final
del incidente de la rebelión de
Kóraj, Hashem le dijo a Moisés que se separe del
pueblo para
destruirlos por completo por haber participado en la rebelión de Kóraj
contra Moisés y la Torá.
Al oír esto, Moisés, comienza defender
el
pueblo. Le responde a Dios,
“¿Si un solo hombre peca contra ti,
castigarías a todo el pueblo?”
El comentarista Rashi explica la
respuesta de Moisés; “Reyes
humanos, que no saben exactamente cuáles
se reviraron y cuáles no se reviraron
contra ellos castigarían las
masas por este tipo de rebelión junto con los
culpables. Pero Moisés
le pregunta a Dios ¿harías Tú lo mismo?”
Rashi explica que Dios le
respondió, “Muy bien dicho –
yo si conozco quienes son los culpables y
lo haré conocer por medio del castigo
quiénes son culpables y quiénes
son inocentes.”
¡Los comentaristas quedan asombrados!
¿cómo Dios cambia de opinión o
de mente? ¿qué podría haber descubierto el
omnisciente sobre esta
cuestión por medio del argumento humano de Moisés?
En su libro “Yitzpon Layesharim
Toshiya” Rav Yitzchak Pinchas
Goldvasser explica el razonamiento divino en favor de la
destrucción
del pueblo usando una lógica simple:
si esto hubiera ocurrido plenamente
en el campo terrestre seria
común que el honor de un rey humano o
terrestre le permite destruir a las
multitudes (aunque inocentes) por
los crímenes de los pocos culpables
cuando ellos habían violado el
honor del rey. Pues si este fuera el castigo por
permitir el deshonor
a un rey humano, más todavía se daría el mismo
castigo por violar el
honor del rey divino. La destrucción seria – usando
esta lógica – un
Kidush Hashem -santificar el nombre divino, porque
no le da menos
valor que el valor debido a un rey humano.
Moshe respondió que él lo ve de la otra
manera: Si Dios solamente
castiga a los culpables y se apiada de los inocentes
eso sería hasta
más grande, un Kidush Hashem delante de los
sobrevivientes y que la
destrucción que aparentemente se habían ganados
todos. Estarían
asombrados porque esto sería algo que ningún rey
humano podría
completar y entendería el honor debido al rey del mundo.
Aunque esto explica el
razonamiento para destrucción total y el
razonamiento para destruir solamente a
los culpables, la pregunta
original se mantiene; ¿cómo contribuyó Moisés para
disuadir o cambiar
la mente divina sobre este aspecto?
Hay un antecedente claro en el Talmud
para esto. En el caso adonde hay
dos interpretaciones posibles, primero
la posición humana es
establecida por medio de la corte terrestre y luego
la posición de la
corte celestial actúa de acuerdo a esta posición si
esa posición de la
corte humana está de acuerdo al gol de establecer el
reino divino en
la tierra.
El Talmud relata un ejemplo de esto.
Nos cuenta que Rabah bar (hijo
de) Shila se encontró en una ocasión con Eliahu
Hanavi, el profeta
Elías, quien le contó que Hashem comúnmente repite
las opiniones halájicas de los Tanaitas del Talmud pero que nunca
mencionaba por nombre las
enseñanzas de Rav Meir. ¿por qué razón?
Porque Rav Meir era estudiante del Rav
Elisha Ben Abuya que se volvió
un hereje y seguía con sus estudios de ese mismo
maestro. Elisha Ben
Abuya sabia mucha Torá y era considerado uno de los
grandes maestros
del Talmud pero de pronto tuvo un gran cambio y se
convirtió en un
hereje que hasta colaboraba con los Romanos. Después
de ese cambio tan
terrible sus colegas, los otros Rabinos,se referían
a él como “Ajer –
es otro.” Pero su estudiante Rav Meir que también
era sumamente
respetado se mantuvo fiel a su maestro y era fiel a la Torá y los
mitzvot. En una de la
historias de Talmud se relata que Rav Meir se
podía ver caminando al lado del burro
de su maestro estudiando Torá de
él aunque ese mismo estaba violando el
Shabat al montar el burro en
ese día sagrado. Pues Rav Meir estudiaba Torá de él
pero no violaba el
Shabat junto a su maestro.
Rabah bar Shila se asombró por lo que
oyó del Profeta Eliyahu y le
respondió, “Rav Meir es como un hombre que come de
una granada – el
disfruta la fruta pero bota la cáscara.” Esto fue su
manera de decir
que Rav Meir podía aprender Torá de su maestro pero
no se dejaba
influenciar por nada negativo que venía de Elisha Ben Abuya – Ajer.
Después de esa respuesta el
Talmud relata que Eliyahu le dijo que Dios
había comenzado a usar el nombre de Rav
Meir en su repetición de las
palabras de los grandes Rabinos del Talmud. La
decisión sobre la
justificación de Rav Meir fue decidida por sus
colegas aquí en el
plano terrestre. Si ellos lo hubieran encontrado
culpable por sus
acciones se hubiera quedado en la lista negativa
divina pero como
ellos le reconocieron su justificación fue
justificado delante de la
corte terrestre.
La determinación si algo es o no es un
Kiddush Hashem - la
santificación del nombre divino se basa
completamente en la reacción
humana ante la situación presentada. Hasta que Moshé
compartió su
reacción humana a la situación sobre la destrucción en nombre de un
kiddush Hashem, Dios se comportó
de acuerdo a la lógica Divina y no a
la lógica humana. Cuando Moisés
declaró que la otra acción sería más
bien entendida por los humanos Hashem
ajustó su respuesta para que la
acción sea lo máximo en santificar el nombre divino
entre los hombres.
Todo esto apunta al rol importante del pueblo judío
al representar la
presencia divina en la tierra. Nuestra misión es de
crear situaciones
adonde el nombre de Dios se reconocido y bendecido
para que esto sirva
de establecer el reino divino “maljut shamayim” en
la tierra. Y la
única manera de establecer esto es que los seres
humanos entiendan su
valor y lo deseen y actúen para su desempeño.
Hay una tradición Talmúdica que las
decisiones de la corte terrestre
son seguidas por la corte celestial.
El intercambio en este caso entre
Moisés y Hashem clarifica porqué esto
es así. Las decisiones de la
corte celestial son todas para establecer el reino
divino sobre la
tierra para transformar este mundo limitado y a
veces sin valor en un
mundo lleno de valor y sin límite espiritual. Si las
decisiones de las
cortes humanas también se concentran en esta meta
las decisiones de la
corte celestial se ajustan a la corte humana. Para
juntos poder crear
esta realidad. La intervención de Moisés en este
caso no fue solamente
para salvar a los inocentes y limitar el castigo –
fue para crear el
kidush Hashem de darle la oportunidad a los seres
humanos de ver su
poder en castigar a los culpables y salvar a los
inocentes. Al hacer
esto la comunidad entendió más todavía quién es
Dios, Su poder y Su
misericordia. Al conocer a Dios profundamente los
humanos deseamos que
sea su voluntad la que reine en este mundo y no las
de los reyes
humanos. Eso es el Kidush Hashem por excelencia.
Por el Rabino Rigoberto Emmanuel Viñas
y familia.