Sobre Yom Kipur y la Kaparah
Hay una historia
tradicional Budista que explica la fiesta de Yom Kipur de manera tan efectiva que no puedo dejar de
mencionarla.
Siglos
atrás había en China un monasterio budista tan estricto que demandaba que sus
monjes tomaran una promesa de mantenerse célibes, tan estrictamente, que
incluía hasta tocar una mujer como prohibición. Dos monjes jóvenes que querían
entrar a esa orden se reunieron con el sacerdote de su pueblo y allí le
expresaron su voto de mantenerse célibes y de no tocar una mujer y salieron en
camino al monasterio. El
monasterio quedaba a diez días de viaje a pie de su pueblo. Al fin del segundo
día los dos jóvenes llegaron al pie de un río y allí se encontraron con una
anciana que les pidió ayuda para cruzar el río. Uno de los jóvenes la recogió y
se la puso en la espalda y así la cargo para el otro lado del río. Los dos siguieron sin incidente al
monasterio. Cuando llegaron tan cerca al monasterio que lo podía ver de lejos
el otro monje le expresó su indignación al otro. “Yo no creo que tú tienes suficiente auto control para ser parte de
este monasterio,” le dijo. El otro se sorprendió y le preguntó por qué
decía eso. “Pues tomaste un voto que no
tocarías a una mujer y no fueron ni dos días después que tocaste una mujer al
recoger a esa vieja cuando llegamos al río,” le dijo su amigo. El otro monje le respondió a su amigo.
“Sí, yo la recogí en el río, pero la deje del otro lado, pero tú la has estado
cargando por todos estos días.”
Yom
Kipur es una oportunidad de soltar todo lo negativo que estamos cargando de
nuestro pasado. Mientras pasa el tiempo vamos acumulando pecados. Somos
seres humanos, fallamos, nos equivocamos, nos dejamos guiar por nuestras
pasiones. Y perdemos el camino guiado por nuestros valores. Lo peor de todo
estas experiencias negativas, es que se quedan arrastrándonos, forman parte de
nuestra persona aunque tratamos de liberarnos de ella. Se pone difícil
sacudirnos de esos fantasmas del pasado que nos persiguen en el presente. Yom Kipur es ese día especial que tiene
la habilidad si internalizar su mensaje, de limpiarnos para poder dejar atrás
(la vieja que habíamos cargado) todo lo negativo del pasado y comenzar de
nuevo.
Cuando consideramos esta bendición de la limpieza en Yom Kipur, nos
damos cuenta que es el día más alegre del almanaque judío.
Por el Rabino Rigoberto Emmanuel Viñas