Divrei Emmanuel en Honor a Shabat Shuvah

El Perdón y la Redención: 
Desde el punto de vista Ashkenazi vista
y el Punto de Vista Sefardí

El Shabat entre Rosh Hashaná y Yom Kipur se llama "Shabat Shuvah" el sábado del Retorno. La mayoría de los estudiosos coinciden en que la razón de este nombre no es sólo que sale durante la temporada de regreso también conocida como los "aseret yemeih teshuvá" los diez días de teshuvá -arrepentimiento que contiene la palabra "shuva" o regresar a él.
También es el nombre que a causa de las palabras iniciales de la Haphtarah tomada del libro de Oseas, Capítulo 14: "Shuva yisrael ad adonay Hashem elohecha ki chashalta baonecha - Volver oh Israel, a Hashem tu Dios, porque has caído a causa de tu pecado."

Pues la primera parte de nuestra lectura es de Oseas 14:2-10.


Oseas continúa con su exhortación a volver a Dios, exclamando que debemos "tomar las palabras" (oración) con nosotros cuando nos acercamos a Hashem. "Dice que El perdonara toda culpa y aceptar lo que es bueno". Él explica que Hashem no está buscando a los sacrificios de toros (como rituales vacíos), sino más bien el retorno del pecador con un corazón contrito y sincero delante de Dios. Oseas describe que para hacer el proceso de retorno a Dios, la persona debe tomar cuatro pasos: (1) confesar su pecado - al reconocer nuestra culpabilidad a través de la confesión y lo rechaza, (2) arrepentido,  (3) apelación a la misericordia de Dios y (4) la decisión de no volver a repetir la mala acción de nuevo. Estos cuatro pasos son posteriormente citados por Saadia Gaón y el Rambam como los pasos de la teshuvá. Esto es por supuesto una lectura muy adecuada para el Shabat entre Rosh Hashana y Yom Kipur, cuando nuestros pensamientos se centran en el arrepentimiento y retorno.

La segunda mitad de la lectura haphtarah diferencia entre sefardíes y askenazíes.
Para los Ashkenazim la segunda mitad de la lectura se toma de Joel 2: 15-27. Para los sefardíes la segunda mitad de la lectura se toma de Miqueas 7 :18-20.

La lectura Ashkenazi se centra en las enseñanzas de Joel respecto a rituales y promesas. Llama al publico día a la Asamblea Nacional y al ayuno público (2:15-17). Todos los que están presentes desde los ancianos a los recién nacidos deben reunirse en la entrada hasta el altar y los Cohanim son para tratar de despertar la misericordia divina de Dios a través de las lágrimas y súplicas. En la respuesta de Dios declara sus dones a la nación: la abundancia de alimentos, el destierro de los invasores y la retribución total para el sufrimiento anterior. Joel nos asegura que Dios va a crear grandes milagros y que ¡la gente se alegrará! (2: 18-27)
La lectura sefardí sin embargo se centra en la enseñanza de Miqueas no de ritual y súplica, sino de la misericordia divina de Dios. Miqueas 7: 18-20 "Él nos retornara en amor, Él encubrirá nuestros pecados, se lanzan todos nuestros pecados al mar. Va a mantener la fe en Jacob y la lealtad a Abraham como lo prometió a nuestros padres en los días de antaño."
Las dos segundas partes de la lectura diaria se concentran en la renovación, pero la diferencia entre ellos es la causa o el método de la renovación. En la versión  Ashkenazi la renovación se produce a través de súplica, el ayuno y las lágrimas del pueblo judío pidiéndole a Dios misericordia por medio de los Cohanim. En la lectura del ritual sefardí, la renovación se produce debido a la gran misericordia y amor de Dios y por su promesa a Abraham y Jacob. No se hace mención de las lágrimas y el sufrimiento del pueblo.

Esto puede ser una fuente que explica las diferencias (culturales) de actitud entre sefardíes y askenazíes en su acercamiento a la religiosidad. Me parece que, en la visión del mundo Ashkenazi religioso, Dios debe ser abordado de una manera con solemne oración, con lágrimas y súplicas, y entonces él responde con gran misericordia y bendición. En la mentalidad sefardí, Dios ya está predispuesto a la misericordia y Él concede misericordia no porque el pueblo ha hecho nada digno religioso, sino porque es su naturaleza hacerlo de todos modos y porque se lo había prometido a nuestros antepasados.

Ambas actitudes son bíblicas en la naturaleza como se puede ver en las lecturas. Uno no es más correcto que el otro. Sin embargo es importante estar al tanto de los otros enfoques ya que dependiendo de la situación un enfoque puede ser más atractivo para nosotros que el otro por un momento dado. Ambos enfoques resultan en la revelación de la misericordia de Dios, para traer con ellos un sentido de renovación y bendición. Que sea la voluntad de Dios que seamos bendecidos con este resultado para el Año Nuevo, AMEN.

Gmar Jatimá Tovah –

Rabino Rigoberto Emmanuel Viñas y Familia.


Forgiveness and Redemption: 
Ashkenazik view vs. Sephardic view

The Shabbat between Rosh Hashana and Yom Kippur is called “Shabbat Shuvah” the Sabbath of Return. Most scholars agree that the reason for this name is not only that it comes out during the season of return also known as the “aseret yemeih teshuvah” the ten days of teshuvah - repentance which contains the word “shuva” or return within it. It is also named that because of the beginning words of the Haphtorah taken from the Book of Hoshea’s 14th Chapter. “Shuva yisrael ad Hashem elohecha ki chashalta baonecha – Return oh Israel, to the Lord your God, for you have fallen because of your sin.” The first section of our reading is from Hoshea 14: 2 – 10.

Hoshea continues with his exhortation to return to God by exclaiming that we should “take words” (prayer) with us when we approach Hashem. “say to Him forgive all guilt and accept what is good.” He explains that Hashem is not looking for the sacrifices of bulls (as empty rituals) but rather the return of the sinner with a contrite and honest heart in front of God. Hoshea stresses that in the process of return to God the person must take four steps; (1) confess his sin – by recognizing our guilt through confession and rejecting it, (2) repentant, (3) appeal to God’s mercy and (4) the decision never to repeat the misdeed again. These four steps are later cited by both Saadiah Gaon and the Rambam as the steps of teshuvah. This is of course a very fitting reading for the Shabbat between Rosh Hashana and Yom Kippur when our thoughts are focused on repentance and return.

The second half of the haphtorah reading differs between Sephardim and Ashkenazim however.

For Ashkenazim the second half of the reading is taken from Joel 2: 15-27. For Sephardim the second half of the reading is taken from Micah 7 :18-20.
The Ashkenazik reading focuses on Joel’s teachings regarding rituals and promises. He calls for days of national assembly and public fasting (2:15-17). All who are present from the elderly to the newborns are to assemble at the entrance to the altar and the Cohanim are to attempt to arouse God’s divine mercy through tears and supplications. In response God declares His gifts to the nation: abundance of food, banishment of the invaders, and full recompense for former suffering. Joel assures us that God will create great miracles and that the people will rejoice! (2: 18-27)
The Sephardic reading however focuses on Micah’s teaching not of ritual and supplication but of God’s divine mercy. Micah 7: 18-20 “He will take us back in love, He will cover up our iniquities, you will hurl all of our sins into the sea. You will keep faith with Jacob loyalty to Abraham as you promised our fathers in days of old.”
Both of these second sections of the readings focus on renewal, but the difference between them is the cause or method of the renewal. In the Ashkenazik reading the renewal comes about through supplication, fasting, and the tears of the Jewish people begging God for mercy through the Cohanim. In the Sephardic ritual’s reading, the renewal occurs because of God’s great mercy and love and because of his promise to Abraham and Jacob. No mention made of tears and suffering.

This may be a source that explains the differences (culturally) in attitude between Sephardim and Ashkenazim in their approach to religiosity. It appears to me that in the Ashkenazik religious world view, God must be approached in a solemn prayerful way, with tears and supplications and then He responds with great mercy and blessing. In the Sephardic mentality, God is already predisposed to mercy and He grants mercy not because the people have done anything religiously worthy but because it is his nature to do so anyways and because he promised it to our ancestors.
Both of these attitudes are biblical in nature as you can see from the readings. One is not more correct than the other. It is important however to be aware of the other approaches because depending on the situation one approach may be more appealing to us than the other for a given moment. Both of the approaches result in revealing God’s great mercy and bring with them a sense of renewal and blessing. May it be God’s will that we be blessed with this result for the New Year, AMEN.   

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