Pirsumei Nisa - Por qué ANUNCIAR el milagro usando la Januquiá en la puerta?


La puerta de nuestro hogar y sinagoga

Una de las leyes y costumbres de la iluminación de la Janukiah, es colocar la Menorá en nuestras CASAS a la vista del publico para que los transeúntes la puedan ver. Los Sefaradim, colocamos la Menorá en el exterior de nuestras puertas, frente a la Mezuzá, al lado opuesto de la misma -cerca de la puerta de entrada-. De hecho, la hora de encender la Januquia (Menorá), fue determinada por nuestros rabinos de sagrada memoria, como a la vuelta del crepúsculo, ya que sería más eficaz en la difusión de la mitzvá, debido a que muchas personas están viajando a esa hora, regresando del trabajo o terminando sus compras. Esto causaría que un número más grande de personas, puedan ver la Menorá durante esas horas. Todo esto con el objetivo, de publicar los eventos de Janucá.


¿Por qué nuestros rabinos querían promover la difusión de esta mitzvá?


Tal vez la respuesta se puede encontrar en la Haftarah para Shabat Janucá. Esta haftarah comienza con las palabras: "Rani vesimji bat Tzion - ¡Grita de alegría hija de Sión! Porque he aquí, yo vengo y habitaré en medio de vosotros - oráculo del Señor-. En ese día muchas naciones se unirán al Señor y convertirse en Su pueblo, y habitaré en medio de ti. Entonces sabrán que yo era enviado por el Señor de los ejércitos". Zacarías 2:14-15


¿En esta visión de Zacarías, se promete la Redención del pueblo judío, tanto en el inicio de la Reconstrucción del Segundo Templo, así como una profecía del porvenir de la Construcción del Tercer Templo, en un futuro próximo, con la llegada del Mashiaj. 

 

Su profecía es clara. No requiere ninguna explicación. La Presencia de Dios volverá  a habitar entre nosotros. La Shejiná  se sentirá  en el mundo, proporcionando el amor y apoyo que la Presencia de Dios trae consigo. Y el hecho que estemos llenos de Ésta, atraerá a los buscadores espirituales de muchas Naciones. Ellos sentirán la Presencia de Dios, entre el pueblo judío. Ellos se sentirán atraídos, por la energía del amor que viene al mundo; cuando el Pueblo Judío abiertamente le demuestra a la humanidad, que están felices y realizados, por servir a Su Dios. Y ellos se unirán a esto también. Y van a llegar a ser tan judíos, como el resto de nosotros (“Y convertirse en Su pueblo”). Y ya que el Pueblo Judío,  acepta a estas personas, que desean conectarse a Dios (los conversos) serán bendecidos con una Presencia, aún más fuerte, de Dios. Esto es profetizado por la repetición de la declaración "Y habitaré en medio de ti", después de haber dicho que se unirán a Dios y serán Su pueblo. Por último, debido a todo esto, la bendición más alta será conferida al Pueblo Judío - los Judíos tendrán certeza, de que Dios es el Dios verdadero y que sus Profetas son verídicos-.


Este es el comienzo de la Haftarah de Janucá. Es fácil de entender lo que el Profeta está diciendo y predecir qué sucederá. ¡De hecho, esto está sucediendo ahora mismo ante nuestros ojos! El pueblo judío ha vuelto a Jerusalén y Sión. Muchos de nosotros, hemos vuelto a la observancia tradicional y ese número crece día a día. También estamos viendo, un aumento en el número de personas que desean "Unirse al Señor", por medio de la conversión al judaísmo. Si los aceptamos, seremos bendecidos con una bendición aún mayor -una gran sensación de espiritualidad y con la seguridad que nuestra Torá es verdadera y los Profetas son exactos-.


¿Cómo se relaciona esto con la colocación de la Januquia (Menorá) de Janucá en la ventana? La Haftarah termina con la visión de Zacarías, de la Menorá de oro, flanqueada por árboles de oliva. Esta es una clara alusión a la Menorá de Janucá. Tal vez la visión de Zacarías, es que la luz de la Menorá, atraerá a otros a nuestro Pueblo y esto restablecerá nuestro Templo y profundizará nuestra relación con Dios.


Nuestros rabinos crearon la fiesta de Janucá, antes que decretar contra el proselitismo. Janucá se instituyó durante el reinado de los Mamoneos y la prohibición de proselitismo, fue creada como una reacción a Adriano (Emperador de Roma) por la persecución de aquellos gentiles, que tomarían parte de la circuncisión para convertirse al Judaísmo. Antes de que esta prohibición fuera promulgada, el Judaísmo fue claramente expresado por nuestros Profetas y rabinos, como una religión que buscaba y promovía la conversión. La conversión de muchas Naciones se ve en la Torá y en los Profetas, como uno de los pasos hacia la llegada del Mesías y la salvación de la humanidad, de nuestro actual estado de anarquía espiritual, que engendra guerras y permite que se multipliquen las hambrunas y las enfermedades.


La Menorá en la puerta de la casa, nos enseña que deberíamos de mostrarle abiertamente a los demás, nuestra alegría de vivir "Judaicamente" y darles la bienvenida a mirar y explorar nuestro estilo de vida. El día que el Pueblo Judío, le dé bienllegada a los conversos y los incluya como parte de su Nación, un gran entusiasmo crecerá a nuestro alrededor. Vamos a sentir la Presencia de Dios, como jamás ha sido sentida y nosotros creeremos en nuestra Torá más que nunca.


Este ha sido mi experiencia en la realización, la educación y la interacción con los conversos. En la mikva, la Presencia de la Shejiná, se siente más que en cualquier otro servicio; hasta es comparado al Kal Nidreh. La honestidad es incomparable, cuando un converso testifica ante un tribunal de rabinos, que él o ella es creyente en la Torá -es pura espiritualidad sencilla honesta y directa-. Esta honestidad y el amor, traen la Presencia Divina, porque Ella es todas esas cosas. Cada vez que participo en ella, me siento atraído a esta experiencia más y más. Veo claramente, que el acto de conversión, no es sólo una ayuda para el convertido, sino que en realidad ¡Es una ayuda para el pueblo judío! Aquellos de nosotros, que abrimos nuestros corazones a la conversión y nos permitimos ver, que la motivación de la conversión es santa y pura, nos elevamos cuando esto ocurre.


Cuando nuestras Sinagogas, se conviertan en lugares de culto y congregación, para todas las personas de todas partes, nuestros jóvenes volverán a ellas y a Su Dios. Mientras el Judaísmo siga siendo un "Club exclusivo", abierto sólo a ciertas personas, de ciertas razas, de ciertos orígenes y algunos de ciertas capacidades económicas; nuestras aljamas quedarán vacías de Juventud, porque nuestros jóvenes no se sienten satisfechos de pertenecer a una Congregación, si no está llena de la piedad y la espiritualidad, del amor y aceptación. Si la Sinagoga no ofrece esto, lo van a buscar en otra parte. Es una conclusión muy simple. Tenemos que abrazar la idea pragmática, de ser espirituales y filosóficamente abiertos o dejamos de tener una razón de existir.


Zacarías, el Eterno Optimista, nos asegura que el día en que abracemos estas ideas, prosperaremos espiritualmente. ¿Por qué no hacerlo este año?

 

Por el Rabino Rigoberto Emmanuel Viñas


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