Palabras de Torá en
honor al Shabat Parashat Behar 5776
"Cuando entréis a la tierra que yo os
daré, la tierra guardará reposo para el Eterno. Seis años sembrarás la tierra,
seis años podarás tu viña y recogerás sus frutos, pero el séptimo año la tierra
tendrá completo descanso, un reposo para el Eterno; no sembrarás tu campo ni
podarás tu viña. (Lev. 25:2-3)
Este versículo aparentemente está fuera de orden. Debería
de mencionar los seis años de trabajo y entonces mencionar el séptimo año que
es el de descanso para la tierra. ¿Por qué? Porque este es el orden cronológico del
ciclo de shmita – después de seis años de trabajo uno deja la tierra que
descanse. ¿Por qué la Tora escogió cambiar el orden natural o
cronológico y presentar el año del descanso antes de los años de trabajo, este
cambio de orden tendrá un significado más profundo?
Nuestros sabios explicaron que Hashem escogió ponerlo así
para que podamos aprender que aunque este sí es el orden cronológico de los
eventos en que los años de trabajo vienen antes de los años de descanso, que
este no es el orden del valor espiritual. El orden del valor espiritual es
exactamente como la Torá lo puso aquí – primero el séptimo año en valor y luego
los años de trabajo. Trabajamos los seis años para poder descansar el séptimo y
causar unión con Dios durante ese séptimo año. La Torá nos recuerda que este
año de descanso no es solamente un año de descanso para la tierra, sino también
para Dios – “un reposo para el Eterno.” Su intención es causar o promover unión
con Dios no solamente para el descanso físico sino también mezclarle el
elemento de renovación espiritual a través de la comunión con Dios.
Los seis años de labor que son dirigidos al séptimo año
de descanso son similares a los seis días de labor durante la semana y nuestra
experiencia del Shabat semanal. Los seis días simbolizan lo mundano y material
y todo lo que limita nuestro espíritu, pero el Shabat representa nuestra
habilidad de transcender estas limitaciones físicas por medio de la
espiritualidad. Al cambiar el orden de la descripción de los años la Torá nos
está avisando que los seis días o seis años se convierten en parte de Shabat o
shmita - lo físico se vuelve espiritual porque esos años de trabajo o
esos días de la semana están siendo dirigidos para cumplir y participar en el
año o día del descanso espiritual. Los días “mundanos” son transformados en una
herramienta de revelar la espiritualidad y son parte de la espiritualidad.
NO son cancelados por la espiritualidad se vuelven parte de ella. El
propósito del Judaísmo es transformar lo limitado o mundano en una herramienta
que revele la presencia divina. Sin el Shabat de la semana o el Shabat de los
años el trabajo seguiría sin razón menos la supervivencia, pero con la
observancia del Shabat todo tiene una meta y esa meta es comunión con algo más
grande que este mundo limitado – el creador que une y anima toda su creación.
Igualmente hay muchas cosas en nuestras vidas en las
cuales participamos para atender nuestras necesidades físicas pero la orden de
este Pasuk nos recuerda que este no es el enfoque de nuestra vida – sino lo
espiritual. Hacemos y participamos en lo físico para poder cumplir y hacer en
lo espiritual. Comenzamos nuestros días con oración, y luego nos vamos a
trabajar, pero en el medio del día paramos para orar minja, y luego seguimos
trabajando y terminamos nuestro día con arvit. Esto llena el día con gran
significado espiritual.
Rav Soloveitchik explica esta idea usando la oración de
“Adon Olam” como ejemplo. La oración se encuentra al principio del siddur y al
final de las oraciones. Esto él explica es porque quisiéramos seguir orando
todo el día. Cuando llegamos al fin de la oración volvemos a comenzar
simbólicamente al repetir la primera oración y esto crea un círculo infinito de
oración que nos sigue todo el día dándole valor y significado espiritual a todo
lo que hacemos.
Todos los días cuando ofrecemos las oraciones diarias le
añadimos el “shir shel yom" - Cántico o salmo del día. La fórmula Rabínica
para introducir este salmo del día nos da un ejemplo perfecto de esta idea.
Todos los días decimos “Hayom (se inserta el numero del día) Sheni, shlishi
etc. y las palabras Bashabat.” Hoy es el día primero, segundo tercero etc. para
o en dirección al Shabbat. Los días en hebreo no tienen nombres sino el número
de su posición en relación al Shabbat. Por ejemplo el lunes no es el día pagano
de la luna es el día segundo que se va acercando al Shabat. El martes no es
nombrado para el ídolo del planeta Marte, es el día tercero que se acerca al
Shabat. Y así todos los días son dedicados e instrumentos de acercarnos al Shabat.
La razón que todo esto tiene tanta importancia es que es
transformativo. La vida aparentemente anda para muchos sin parar y sin
dirección. Pero cuando uno vive de acuerdo a la Torá la vida tiene pausa y
razón y dirección. Una forma Cabalística de entender esto explica que la
primera palabra de la Torá nos avisa que el mundo está siendo dirigido
para un destino. Cuando algo comienza con las palabras “en el principio” nos
está avisando que si hay un principio tiene que haber un término. Todos los libros
de la Torá nos cuentan lo que ocurrió en el pasado – no para que nos volvamos
eruditos profesores de historia sino para demostrarnos que todo lo que ocurrió
en el pasado fue bajo el control divino con propósito y con una dirección de
unión con Dios.
Y esto no es solamente en el pasado o para los
antepasados sino también para nosotros. Todo lo que Dios ha hecho en tu vida
tiene propósito y dirección. Todo esto está siendo dirigido para crear
unión/comunión con Dios. Todo tiene su propósito y todo lo que ocurre es bajo
la bendición de Dios. Tal vez las penas profundas se alivian un poco cuando uno
entiende que esto también aunque sea doloroso tiene un propósito que Dios está
obrando para bendecir.
Nuestros sabios Rabinos explican que la llegada del
Mashiaj será la llegada del día que todo es como Shabat. Cuando llegue el
Mashiaj vamos a poder ver la razón que tuvimos al sufrir y trabajar tanto y
experimentar la unión con Dios. Al igual que el Shabat le da a uno el tiempo
para entender porque uno trabaja tanto y le da oportunidad de disfrutar el
fruto de sus labores el mashiaj culminará la historia humana demostrándonos el
resultado de nuestros labores en los seis mil años de trabajo que vinieron
antes a su llegada.
Entendiendo que la vida tiene dirección simbolizado por
el año de reposo de la tierra o del día de Shabat nos alivia las penas y
dolores del trabajo y lo llenan de valor. Causan que el camino de la vida
diaria tenga más valor y sea más dulce.
¡Qué gran regalo es la Torá que transforma lo
limitado, mundano y a veces doloroso en lo que uno podrá superar y esté lleno
de valor espiritual y regocijo!
Shabbat Shalom de parte de Rabí Manny Viñas y
Familia.