Divrei Emmanuel Parashat Ki Tetzé

Síntesis Parashá Ki Teté:
Se enseña la prohibición de ciertas relaciones inmorales. Se advierte a los hijos de Israel en contra de hacer juramentos. Son legisladas las leyes del divorcio y segundas nupcias. Convertidos y huérfanos tienen derechos especiales de protección. Se debe ser honesto respecto a las medidas de peso. Cualquier rastro de Amalek debe ser erradicado por que ellos tendieron una emboscada al pueblo judío después del Éxodo





No sembrarás tu viña con diversas especies de semillas; y no profanarás la cosecha con lo que haya de más en la semilla que sembrares, así como el producto de las viñas. No ararás con buey y asno juntos. No vestirás ropa de material mezclado de lana y lino. (Deut. 22: 9 – 11)

De acuerdo al gran Cabalista conocido como el “Jidá” Rabino Jaim David Azulai (sefardí de Livorno Italia 1724 – 1807) estas prohibiciones no son intencionadas por la Torá para excluir las semillas prohibidas sino también para enseñarnos lecciones morales más profundas. Él explica que desde el punto de vista cabalístico el término “sembrar semillas mixtas” se refiere también a las ocasiones cuando uno mezcla una mitzvá (buena acción) con una averá (acción prohibida).

El explica que cada mitzvá que uno hace es similar al sembrar una semilla. Si esa semilla es sembrada en tierra fértil (con buenas intenciones) la semilla germina y da fruto. El resultado de cada mitzvá es otra mitzvá. Esto está referido en el Pirkei Avot sección del Talmud Ética de nuestros padres 4:2 “Mitzvah goreret Mitzvah y avera goreret avera - Una mitzvá trae otra mitzvá y una verá trae otra averá.”
 El Jidá explica que desafortunadamente hay individuos que se confunden en el proceso de sembrar semillas buenas y comienzan a pensar que como estaba tan involucrado en hacer el bien que ahora también tienen licencia para hacer algunos averot. Ese pensamiento erróneo preparado por el lado negativo le hace pensar que la mitzvá cancela la averá y por esa razón como él se porta tan bien él puede permitirse una averá “pequeña” que no contaría en comparación a los mitzvot que él hace. 
Por ejemplo, una persona que trabaja en Shabat y entiende que no debería de hacerlo, entonces decide dar tzedaká a la sinagoga para tratar de cancelar la averá que cometió. Del mismo modo, un ladrón como el legendario inglés “Robin Hood” que robe de los ricos y se los de a los pobres es un ladrón que mezcló las semillas del bien y del mal.

Los estudiantes de Torá que andan sembrando conocimiento de Torá tienen que tener cuidado con esto. Por ejemplo,  uno que se dedique a enseñar Torá no tiene derecho de abusar a sus estudiantes aunque él tenga más conocimiento de Torá que ellos. Su poder de sembrar no le da licencia para aprovecharse de los demás para beneficiarse el mismo. En muchos casos el proceso de estudio deja a los alumnos vulnerables emocionalmente al maestro. Esto viene como parte del crecimiento del alumno pero el maestro no puede aprovecharse de esa apertura que él creó para sembrar Torá. Eso sería sembrar en el mismo terreno semillas del bien y del mal. La averá de mezclar las semillas es casi peor que hacer una averá simple. Por lo menos cuando uno hace algo mal y lo reconoce así tiene más chance de hacer teshuvá. Pero la mezcla es la que causa confusión.

Cuando el bien y el mal se combinan es muy difícil desenredarlos. El Rabí Shimshon Rafael Hirsch (Alemania 1808 1888) se concentra en la prohibición de shatnez (también está en esta parashá) para dar una idea relacionada. El explica que la Torá demanda que nuestras personalidades exteriores representen la verdad que está dentro de nosotros. Al igual que nos guardamos de las mezclas prohibidas en nuestra vida personal y privada también tenemos que hacerlo en la vida pública. Deberíamos de distinguir claramente entre las diferentes partes de nuestra esencia para poder tener la perspectiva correcta sobre nuestra persona. Como la mezcla de las intenciones es prohibida dentro de nuestro ser también es prohibida en el publico. La ropa representa desde este punto de vista nuestra cara al público y simboliza nuestro comportamiento público en general.

Todas estas explicaciones se concentran en el mismo tema. Nosotros los seres humanos a veces usamos nuestra inteligencia para complicarnos indebidamente. El que comenzó con buenas intenciones de hacer una mitzvá rápidamente se puede confundir y dejarse guiar por el yetzer hará y convertir esas acciones en instrumento del mal. Muchos políticos y líderes religiosos entran al servicio público para ayudar pero terminan mal por estas complicaciones. Otros esconden sus intenciones del mal y los “visten” en ropa fina aunque no lo sean. El consejo de estos divrei Torá es de buscar claridad en las intenciones por lo menos decirnos la verdad a nosotros mismos para saber la motivación profunda que nos anima a hacer lo que estamos haciendo.

Si (has veshalom) vamos a hacer mal sería mejor admitir que es mal en lugar de racionalizarlo y hacerlo parecer que es por el bien. Si vamos hacer el bien, no sería bueno que permitiéramos que el bien que hicimos se use para hacer mal sería mejor admitir que es mal en lugar de racionalizarlo y hacerlo parecer que es por el bien. Si vamos hacer el bien, no sería bueno que permitiéramos que el bien que hicimos se use para beneficiarnos nosotros en formas negativas. Algunos líderes religiosos creen que pueden hacer pequeños males para hacer un bien grande. Eso está mal. El mal trae más mal y el bien trae más bien.

Por el  Rabino Rigoberto Emmanuel Viñas 

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